29/8/10

La higiene

En Kanuya, igual que en el resto del país, cocinan en el suelo y con las manos. Como comen. Solo se llevan a la boca la mano derecha, porque la otra es para limpiarse el culo con ayuda de agua servida en teteras. ¿Es antihigiénico? No, si tienen cuidado de lavarse las manos adecuadamente y se evita manchar los cacharros por la parte de la comida, y así lo hacen. Se lavan concienzudamente.

Se lavan manos, pies y orejas incluso para rezar, que no es necesario.

Los baños se limitan a agujeros en el suelo, pero todos se encargan de que estén presentables para el siguiente. Menos yo, que me quedé sin agua una vez que… Huele como un baño de área de servicio concurrida y se acumulan moscas, pero hay moscas en todas partes. Hay tantas moscas que te olvidas de ellas, salvo para cocinar: al ayudar a preparar las famosas galletas de Haby me asignaron la función de abanicar la masa con un plato para apartarlas del dulce.

El edificio de las chicas está de obras de ampliación. Tiene un baño “normal”, con ducha, taza, lavabo y agua corriente. La única diferencia es que no hay plato de ducha porque todo el suelo hace la función; así era también en nuestro súper-alojamiento.

Las habitaciones están limpias, tienen buenas mosquiteras y ventiladores eléctricos para evitar los mosquitos y prevenir la malaria. (En tres semanas padecieron paludismo dos personas). Me llevé un saco-sábana la noche que me quedé a dormir, pero no lo utilicé porque compartía cuarto con Haby. La funda del colchón olía penetrantemente y aunque no estuviera húmeda, lo parecía. Puse una camiseta para apoyar la cara. Me despertaron temprano, al encender la luz, y ya había una chica esperando a que me fuera para barrer con el clásico ato de ramitas.

Las camas de la foto, en la habitación de los chicos, son las únicas inutilizables. Por eso no se utilizan.

Llevan la misma ropa varios días. Como yo, si hay que lavarla a mano. Me enterneció cuando, inmediatamente después de jugar el partido de fútbol en un lodazal, estrenando las camisetas de la Real, las lavaron. Quizá pensaron que las tenían que devolver. Duermen con la ropa del día: no existen los pijamas.

Casi todo el mundo tiene y lleva chanclas. Son prácticas durante la estación de lluvias, para pasar los charcos. Se descalzan al entrar en las casas y al sentarse en el suelo sobre alfombras. Están tan cómodos descalzos que se quitan las chanclas también para bailar. Y bailan mucho.

La enfermería es lo que es. Como muchas estancias, tiene la arquitectura, acabado y decoración de un garaje cerrado en España, pero cuando una compañera se raspó el codo, el enfermero se puso guantes para hacer la cura.

Otro ejemplo de solución para la falta de material: cuando hacen jabón para venderlo en el mercado, manejan un producto químico abrasivo (que solo recuerdo que no es sosa cáustica) y para ello se enfundan las manos en varias bolsas de plástico y unos calcetines.

Tienen pollos y una vaca dando vueltas por ahí. La calle en España está más limpia que los exteriores de Kanuya, pero Kanuya está más limpio que muchas casas malienses. El estándar de las instalaciones es bien diferente al nuestro, en todo el país, pero Kanuya no destaca por la escasez y son muy cuidadosos cuando es importante serlo.

Y esto lo cuento porque me lo preguntan.

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