2/8/10

Vacunas y visado

Solo hay que salir de España con dos cosas para entrar en Mali: el pasaporte con su correspondiente visado y llevar puesta la vacuna de la fiebre amarilla.

No tengo ni idea de qué es la fiebre amarilla, pero me basta con saber que se conoce también como "vómito negro" para querer estar protegida. Cuesta 18 euros y te la ponen inmediatamente en Sanidad Exterior, donde te dan también la Cartilla de Vacunación Internacional que demuestra que la llevas.

La fiebre amarilla contagia un mosquito, igual que la malaria o el paludismo. Para estas enfermedades no hay vacuna. A cambio, te administran Malarone o similar: es el tratamiento cuando ya se han contraído las altas fiebres, pero sirve de profilaxis con determinada pauta. Una caja de 12 pastillas cuesta casi 45 euros en las comunidades autónomas que no la subvencionan (Euskadi) y un tercio en las que sí (Madrid). Hay que tomar una al día en la comida, desde el día antes del viaje, durante todo el tiempo que se está allí y siete días después de volver: en este caso, 29 pastillas o 3 cajas.

Además, se recomiendan otras, dependiendo del médico que te atienda en el Centro de Vacunación Internacional, de las características del viaje, su duración y tiempo disponible antes del mismo y la salud del viajero.

Tenía la vacuna de la fiebre tifoidea vigente desde el viaje a Guatemala en 2008 y por esto también solo me tuve que poner el recordatorio, tardío, de la hepatitis A. Ambas enfermedades se contagian a través de agua o alimentos contaminados.

Igual que el cólera, que es improbable contraer, pero cuya vacuna oral inactivada (Dukoral) está indicada para cooperantes y en el caso de que se prevea un contacto directo con la población.

La antitetánica me la pusieron gratuitamente cuando correspondía, a los 24 o 26 años. Parece que ya no se considera necesaria para todas las personas, pero sí recomendable para los viajeros. Se transmite a través de las heridas, por lo que es importantísima su limpieza y desinfección.

Meningitis depende de las estaciones: es más peligrosa durante la estancia seca (diciembre-junio). Aún así, me la administraron a cambio de otros 18 euros.

La diarrea es la enfermedad más frecuente, pero como la mayoría de las enfermedades mencionadas se transmiten también a través del agua o los alimentos, hay que tener cuidado con las ingestas. No se pueden comer verduras crudas, si no se han mantenido durante media hora en agua tratada con hipoclorito sódico (lejía apta para consumo humano), a dos gotas por litro. La fruta tiene que estar pelada, si no se puede lavar en agua adecuada. Las carnes y pescados también tienen que consumirse suficientemente cocinados.

Los mosquitos se deben evitar con repelente, ropa larga y oscura y mosquitera by night.

Por precaución que no sea.

El visado es conveniente llevarlo tramitado desde España, aunque se puede hacer excepcionalmente en el aeropuerto de Bamako.

Como no hay embajada de Mali aquí, se expiden en París: hay que mandar allí, a través del consulado en España, el pasaporte, con validez de seis meses después de la fecha de regreso prevista y una página en blanco, dos copias del documento de solicitud relleno y una foto de carné.

El módico precio: 28 euros para la embajada maliense en Francia, 10 euros para el consulado de Mali en España y lo que cueste el envío a París.

Total: un pico, para pasar la aduana hoy en Bamako.

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